Los videojuegos y la educación

En los últimos treinta años el mundo ha cambiado dramáticamente, y nosotros hemos sido testigos de dichos cambios, cuando hemos visto en directo por las pantallas de TV el inicio de una guerra, nos enteramos casi al instante de cosas que están ocurriendo en cualquier parte del mundo. Este mundo globalizado ha cambiado en cada uno de nosotros las formas en las cuales nos comunicamos, siendo Internet el principal causante de que esto sea posible.

 

Uno de los sectores de la sociedad que se ha visto beneficiado por las Tecnologías de Información (TI) es la Educación, pero este beneficio se ha ido incorporando de manera mucho más lenta que lo que la capacidad de los estudiantes demanda, al menos en Chile por la lenta incorporación del profesorado a estas nuevas tecnologías. La incorporación de tecnología en las escuelas no ha sido hasta ahora indicador de mejoras en los aprendizajes, y esto no ocurrirá mientras “no se cambie el modelo pedagógico en el aula” (Daniel Light, investigador del Center for Children and Technology, de los EEUU, en el artículo “TICs en el aula: el desafío de cambiar las prácticas docentes”).

 

Uno de los elementos de las TI que concitan un gran atractivo en gente de todas las edades a partir de los años noventa son los videojuegos, los que amplían su mundo desde las consolas a las pantallas de los PCs, generando una gran cantidad de Gamers para los distintos géneros de videojuegos.

Si pensamos que todos los menores de 25 años nacieron en esta nueva época, significa que han estado rodeados toda su vida con videojuegos, por lo que esta tecnología la tienen como “nativa”. Marc Prensky en su libro “Don’t Bother Me Mom – I’m Learning” (No me molestes mamá, yo estoy aprendiendo), titula el capítulo cuatro de la siguiente manera: “Our Kids Are Not Like Us: They’re Natives, We’re Immigrants”, “nuestros niños no son como nosotros, ellos son nativos, y nosotros inmigrantes”. Es decir, el autor nos sugiere que para entender el efecto positivo de los videojuegos en la enseñanza, debemos hacernos cargo de que definitivamente los niños y niñas son diferentes a nosotros, que ellos ven un dispositivo como Smartphone, PC, Tablet, como una herramienta natural, y los videojuegos como un elemento de la vida cotidiana.

 

Todo lo anterior, sumado a lo difícil que ha sido desde siempre la enseñanza de la ciencia en la gran mayoría de los establecimientos educacionales del país, es que personalmente me he motivado a investigar el efecto positivo que puede tener el empleo de videojuegos en el aprendizaje de los niños y niñas, pensando en despertar quien sabe, las vocaciones de futuros científicos, que por el fragor de la acelerada vida en estos tiempos permanecen dormidas y se pierden.

Debemos mirar los videojuegos más bien como una oportunidad para el aprendizaje que otra cosa, toda vez que el 75% de los niños y niñas de octavo básico manifiestan que aquellos les gustan entre algo y mucho. En una muestra que tomé hace un par de años apareció que en promedio los niños juegan 1 hora con 45 minutos, y las niñas juegan 1 hora con 24 minutos. Ese tiempo, con el videojuego apropiado se puede transformar en aprendizaje.

 

Luis Pérez Hein

Ing. en Informática